Título: El monasterio cisterciense de La Espina
Autor: Ricardo Puente
I.S.B.N: 978-84-936512-4-4
Año de publicación: 2012
Nº de páginas: 96
Tamaño: 17 x 12 cm
Encuadernación: Rústica, cosido
Precio: 7,00 Euros
C.D.U.: 7.033 726 946.018
Contenido-Resumen:
El antiguo monasterio cisterciense de la Espina está situado en los Montes de Torozos, en la provincia de Valladolid (España), próximo a las localidades de la Mota del Marqués y Urueña.
Esta obra es una edición renovada y ampliada de otra del mismo autor y título que publicó anteriormente esta editorial. En su primer capítulo repasa sus orígenes semilegendarios en los que se implica a un personaje histórico, la infanta Sancha, hermana de Alfonso VII. De ella se afirma que viajó por Tierra Santa y, a su regreso, trajo una espina de la corona de Cristo que le regaló el rey de Francia. Esta reliquia serviría para enriquecer y dar nombre a un nuevo monasterio que acordó construir con el propio San Bernardo, el cual mandó a su hermano Nivardo para llevar a cabo la fundación.
A continuación se revisa la historia de este cenobio según lo que aporta la documentación disponible: su nacimiento y desarrollo, la decadencia de finales de la Edad Media, la bonanza de los siglos XVI y XVII, el declive de las dos siguientes centurias y la extinción de la vida conventual. Desde finales del XIX, el edificio tiene funciones docentes que aún continúan. Todo ello se relaciona con las variaciones arquitectónicas que fueron transformando el monumento.
El capítulo siguiente no existía en ediciones anteriores y se centra en algunos personajes relacionados con este monasterio y que tuvieron trascendencia en el mundo de la cultura: el monje Pedro de Ureña, versado en astronomía y que, además, propuso cambios en los sistemas de notación musical, entre otros, la introducción de la séptima nota que hoy conocemos como “si”; el abad Tomás Gómez, quien divulgó la obra de Ureña; Luis Caramuel, un cisterciense fascinante que profesó en la Espina y fue una de las mentes más preclaras de su época. También se apuntan algunos datos de un botánico francés, Luis Née, que acabó participando en la famosa expedición de Alejandro Malaspina.
En el penúltimo apartado se revisan los valores arquitectónicos y artísticos del conjunto monástico, muy bien conservado.
La obra concluye con una sección de notas y bibliografía a la cual se puede acudir para ampliar los aspectos que reclame el interés del lector.
Aproximadamente la mitad de las páginas de este libro se ilustran con fotografías en color.
Pinche aquí para ver algunas páginas del libro.